Decir que soñar es gratis no es lo mismo que decir que soñar es fácil. No sueñan fácil con viviendas colectivas en derecho de uso y ecológicas las personas que hacen cola para recoger un ticket que les permitirá conseguir comida en un banco de alimentos, las que son, han sido y están a punto de ser desahuciadas, las migrantes que tratan de atravesar fronteras, las campesinas y campesinos que producen lo que comemos cada día, las personas que son diversas y por eso son expulsadas a las periferias, junto con otras que las habitan desde que nacieron, las que no tienen calor y luz porque los directivos de grandes empresas decidieron que así fuera desde sus despachos cálidos con luces de distinta intensidad.
Eso saben, que tienen la posibilidad y el privilegio de poder soñar una vivienda en derecho de uso. Eso saben, que la mayoría de las personas del planeta no tienen fácil este sueño.
Lo saben, y desde ahí tratan de construirlo.
Dejar una Respuesta